martes, 14 de noviembre de 2017

Mi crítica al penoso transporte público de Mallorca

En Mallorca no cabe ni un coche más, todo está saturado por la masificación de vehículos. Y nuestro querido Govern (PSIB junto a Més, con apoyo de Podem), en principio de izquierdas, ecologista, cool y cuqui, sigue sin apostar por el transporte público. Imagino que muchas de las líneas entre Palma y los pueblos de la Part Forana tendrán problemas similares, pero me centraré en los problemas de la línea de autobús que he usado mínimo dos veces por semana, muchas temporadas diariamente, desde 1996, la línea 501.

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En verano, las frecuencias entre Palma y Cala d'Or son medianamente decentes, no así las condiciones del viaje, gracias a Transabus, con autobuses prácticamente sin espacio para maletas (siendo una línea muy turística), llenos hasta los topes (no es extraño quedarte en tierra porque el bus ya está lleno) y con una calor indescriptible (quizá esté puesto el aire acondicionado, pero nadie lo nota). Estos autobuses cuentan además con otra característica muy interesante: prácticamente solo hay botones para solicitar la parada en las puertas, con lo que debes desplazarte a ellas mucho antes de llegar a la parada, con el consiguiente riesgo de sufrir una caida.

En invierno, las condiciones son justo las contrarias: los autobuses viajan semi-vacios y las frecuencias son prácticamente nulas (más allá de Santanyí, hay que esperar más de cuatro horas entre cada expedición a la capital). De la calefacción, mejor no hablamos.

Hay dos factores que no varían, sea cual sea la estación del año: la impuntualidad y la suciedad (aunque siendo sinceros, ambos hechos se notan más en verano).

Uno, como usuario, se pregunta si no se podría dar un servicio mucho mejor, en temporada baja, uniendo las líneas 501 y 502 hasta Campos, y ahí hacer transbordo para que dividir a los pasajeros que vayan en dirección Cala d'Or y los que vayan en dirección Sa Colònia. Tampoco estaría de más repensar las paradas que hay en cada pueblo; por ejemplo, en el Arenal de Llucmajor hay 5 paradas en el pueblo, cuando con dos mejor distribuidas sería más que suficiente, ya que la distancia que separa cada una de las parada ¡no supera los 500 metros!

Dejo para el final el proyecto estrella de este año en lo referente a transporte en autobús, el AEROTIB. Vergüenza ajena me daba ver pasar puntual al autobús con quizá 8 o 10 pasajeros en pleno verano y, media hora después, el autobús de línea regular, abarrotado y con los 15 o 20 minutos habituales de retraso. ¿No sería mucho más eficiente aumentar las frecuencias de la línea regular y concentrar los pasajeros que vayan al aeropuerto en Llucmajor? Sí, pero no quedaría tan "bonito" como decir que se tiene una línea exprés para los turistas (a los que vivimos aquí, que nos den...).

PD: ¿Y cuando llegará el tren a Migjorn? Nunca, seguiremos haciendo autopistas hasta que nadie quiera venir a visitar nuestra isla de asfalto.